jueves, 12 de febrero de 2009

Un policía enfermo de cáncer mata a su hermana, que sufría trastornos mentales, y luego se ahorca (La Voz de Galicia)




Un hombre de 58 años que padecía cáncer asfixió ayer a su hermana de 57, que tenía graves problemas mentales, y después se ahorcó en la vivienda familiar que ambos compartían en el número 10 de la calle Balmes, de Burjasot.

Al parecer, fue la hija de la fallecida la que descubrió los cuerpos sin vida de ambos junto a una nota escrita por el asesino, en la que explica los motivos de su decisión. De hecho, ya había intentado sin éxito suicidarse hacía una semana, por lo que las primeras investigaciones apuntan a una depresión provocada por la detección de su enfermedad y la imposibilidad de cuidar de su hermana.

La autopsia que ahora se practicará a las víctimas, ambas españolas, determinará la hora exacta en la que se produjeron las muertes, que han consternado al vecindario. Según las primeras investigaciones, parece ser que el ahorcamiento tuvo lugar ayer a primera hora de la mañana. Varios vecinos aseguraron que el fratricida se había visto «desbordado por la enfermedad» del cáncer que padecía.

El autor de los hechos, Emilio Ll., sufría una enfermedad oncológica y la mujer padecía trastornos mentales, según informaron a Efe fuentes de la Policía Nacional.

Varios intentos de suicidio

Según explicaron vecinos de los fallecidos, el hombre, de 58 años, era policía nacional, le habían diagnosticado cáncer hace un mes aproximadamente y había intentado suicidarse con anterioridad, por lo que los vecinos del barrio avisaron al 112 para que acudiesen a auxiliarlo. En cuanto a la hermana, explicaron que se llamaba Loli, tenía 47 años y él la cuidaba «desde siempre».

«Tenía cáncer y su hermana no estaba bien, pero él era bastante bueno y creo que lo ha desbordado la enfermedad», dijo Esther Morón, vecina de los hermanos, que añadió que él «siempre ha sido el que ha llevado la casa».

«Al no poder defenderse su hermana [por la minusvalía psíquica que padecía], habrá pensado que no la iba a dejar sola y que se irían los dos juntos», opinó otro vecino, Antonio Descalzo.

«Últimamente, a Emilio se le veía deprimido, pero se lo achacábamos a la enfermedad. Bajaba siempre a comprar, se tomaba su cortado o su poleo y subía a hacer la comida. Nunca habían causado ruido ni nada», relató Descalzo.

Otro vecino, James Kingsley, quien afirma que tuvo que llamar a la policía cuando Emilio intentó colgarse, calificó a los fallecidos como «buenas personas».

Fuentes de la Policía Nacional indicaron que la autopsia que se le practicará a la mujer determinará las circunstancias en que se produjo la muerte.

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